A partir de un mapeo de espacios de coworking realizado por Iván Terceros, se pone en práctica una investigación más profunda y con una metodología de investigación que combina métodos de observación de campo y entrevistas con encuestas que buscan dimensionar estos nuevos actores que promueven una nueva forma de gestión de procesos y conocimiento, generando un propio, más nutrido y complejo ecosistema tecnológico a la ciudad. Desde el último conteo existía 23 y en este momento se ha surgido más 5 coworkings en un espacio de tiempo de 5 meses y el ecosistema sigue creciendo.
Por ello, Iván Terceros de MediaLabUIO, CIESPAL, y Letícia Barbosa de iLab, UNISUL, están realizando un recorrido por todos los coworkings identificados con el objetivo de conocer más detalles acerca de estos espacios que acogen emprendedores en diversos niveles de avance en sus proyectos. En el formulario de encuestas hay los temas de análisis sobre Economía creativa y de conocimiento, Economía colaborativa y solidaria, Movilidad y Promoción de eventos, como también sobre la proporción de género en los espacios.
A primera vista se puede observar que hay una heterogeneidad entre estos actores desde sus objetivos y estrategias de acción, hasta el público que frecuenta y busca estos espacios. Se han identificado coworkings que se dedican a recibir cualquier tipo de emprendedor, otros que se especializan en promover un espacio adecuado y adaptado para StartUps, o para emprendimientos tradicionales. Otros, se especializan en un público de personas mayores o los casos de coworking que promueven los emprendimientos de impacto social, cultural y ambiental.
El trabajo de campo sigue hasta el fin del año de 2016 y luego se hace la sistematización de los datos. El objetivo de la investigación, además de conocer mejor este fenómeno que se instala en Quito y crece muy rápidamente, es de contribuir con la formación de redes de interacción entre los actores y para desarrollo del intercambio de conocimiento.
Por: Leticia Barbosa